Trampa para ratas

Coincidiendo con apreciaciones referidas al dirty realism, este volumen confirma a Carlos Lorenzo entre los escritores que «bajo el signo de una conciencia crítica y artística muy aguda, se empeñan en ahondar en los valores de su singularidad y trascenderlos a una dimensión más universal: en lograr, en suma, una imagen del individuo y de la colectividad frente a sus propias circunstancias». (Augusto Roa Bastos) «Uno de los más significativos aciertos de estos cuentos radica, precisamente, en la fidelidad con que cada protagonista reconstruye, a través de una intransferible experiencia, una situación vislumbrada con una lucidez rayana normalmente en la locura; en la coherencia representativa con que se expone la incoherencia profunda de estos seres zarandeados por una realidad en la que pugnan por insertarse.» (Juan Carlos Curutchet) «Hay en Trampa para ratas un cuidado perfecto de la palabra, y lo más notable es que pasa desapercibido; pareciera que cada texto salió así: naturalmente perfecto.» (Liliana Aguilar) Carlos Lorenzo tira de humillaciones y esperanzas cotidianas para sorprendernos al revelar una suerte de heroico rescate en la ternura.